PROCLAMA 2017

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lunes, 19 de octubre de 2009

La Columna del Propósito, parte II

Este mensaje pertenece a la serie Casa edificadas sobre 7 Columnas Labradas. Hoy continuaremos con la Columna del Propósito segunda parte. En la primera parte consideramos varias definiciones de la palabra propósito, según aparecen en el diccionario.
Propósito es

Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo.
Objeto, mira, cosa que se pretende conseguir.
Asunto, materia de que se trata.
Para que haya un propósito debe existir un ánimo, una intención. Una persona no puede alcanzar su propósito si esta desanimada. Para que una persona posea un objeto, normalmente tuvo que haberlo mirado inicialmente. Así mismo para conocer su propósito una persona debe indagar primero. Debe estudiarlo, analizarlo, examinarlo.

El propósito tiene que verse en todos los niveles: personal, familiar, congregacional. Nuestros propósitos pueden abarcar diferentes vertientes. Pero es recomendable comenzar de adentro hacia fuera, pues de poco nos sirve tener propósitos empresariales y no personales; económicos solamente, y no familiares, por ejemplo.

Romanos 8:28. Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Salmos 138:7. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,
Y me salvará tu diestra.
8 Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, OH Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.

La viuda de Sarepta y Naaman el Sirio.
Jesús explicó por qué Dios en el A.T., en lugar de visitar al pueblo de Israel en estos dos casos, bendijo primero a una mujer viuda de un lugar llamado Sarepta y por otro lado, un hombre llamado Naaman de Siria. \

Lucas 4:24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra. 25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra; 26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón. 27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

El Señor tenía propósito con la viuda de Sarepta y con Naamán el sirio así como lo tiene con nosotros. Esa es la grandeza de Dios que los propósitos no son solo para el pueblo de Israel, sino para toda criatura que crea en Él; porque en Cristo, no hay griego, no hay judío, no hay gentil, en Cristo somos uno.

2 Reyes 5:1 Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande ante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso.

Naaman en lo humano era una persona de alta jerarquía, tenía una posición importante, Dios había hecho algo especial con él, pues a través suyo, Siria había recibido salvación. Este hombre, sin embargo, no conocía a Dios, más era su instrumento. Así existen personas haciendo cosas de Dios, pero sin conocerle. Hasta el Faraón tuvo sueños de Dios sin conocerle y José se los interpretó. Hay personas que están siendo utilizadas por Dios y aun no lo saben.

2 Y de Siria habían salido bandas armadas, y habían llevado cautiva de la tierra de Israel a una muchacha, la cual servía a la mujer de Naamán.

Imaginemos que este secuestro le ocurra a una de nuestras hermanas, a alguna joven en medio nuestro. ¿Cuál hubiera sido nuestra reacción? Quizás algunos orarían clamando a Dios que la cuide y la preserve, mientras que otros pudieran cuestionar a Dios diciendo: “¿Dónde estaba cuando esto sucedió y por qué lo permitiste? ¡Qué Dios mas ingrato e injusto!”, quizás se atreviera a decir. Sin embargo, nada escapa del control de Dios, lo que sucede es que muchas veces desconocemos que en Dios, existe algo que se llama propósito.

Es muy importante que podamos entender que todo lo que nos sucede tiene un propósito. A los que aman a Dios, todas las cosas le ayudan a bien.

En este caso particular, Dios tenía propósito con la vida de esa joven secuestrada, pues ella fue a parar, nada más ni nada menos que al servicio de la esposa de Naamán.

3 Esta dijo a su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.

El propósito de llevar a la joven a ese lugar era que Naamán conociera al Dios vivo. La lepra y una joven criada doméstica, fueron los instrumentos. Ante las circunstancias adversas tendemos a angustiarnos buscando un por qué, sin entender que Dios utiliza este tipo de circunstancias, para llevarnos a lugares donde no queremos, pero Dios quiere que vayamos.

9 Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. 10 Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. 11 Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.

Eliseo no le brindó a Naamán los honores acostumbrados para las personas de su distinción, sino que envió uno de sus mensajeros para decirle lo que tenía que hacer. A veces Dios utiliza a los más humildes para hablarnos. Vemos en particular que nuevamente Dios utiliza a una persona de baja posición social para tratar con Naamán.

No debemos menospreciar a nadie por mas bajo que pensemos que es, porque siempre habrán personas que sabrán más que nosotros. Naamán esperaba que Eliseo le diera una gran bienvenida, que lo fueran a elogiar, y por eso se fue enojado, hablando consigo mismo, porque Dios a veces tiene que tratar con nuestro orgullo.

El orgulloso tiene diálogos internos, crea sus propios moldes. “He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra”. Naamán esperaba que Eliseo lo hiciera todo, sin embargo, Dios puso que fuera el mensajero que le dijera lo que tenía que hacer. El orgulloso quiere que se lo hagan todo, no acepta responsabilidad; se enoja, piensa que lo suyo es lo mejor, y lo de los demás no sirve y en nuestra vida lo mejor es Jesucristo.

12 Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado.

Abana significa “hecho de piedra, pedregoso”. Naamán afirmaba que el río pedregoso era mejor que el Jordán que significa “lugar bajo, lugar de humillación”. La piedra representa “la culpa, el castigo, la condenación”. La gente que se ufana de Abana, siempre está echándole la culpa a otro, siempre castigando con el látigo del desprecio; condena a los demás diciéndoles: “Tú no sirves, no vales, no puedes; eres un fracasado....”. Siempre está arrojando piedras, y Jesús dijo: “el que este limpio de culpa......”, de esta manera comparando la culpa con la piedra.

Farfar significa “rápido”. El orgulloso quiere todo rápido, quiere la solución inmediata; ofende a los demás, los maltrata, y quiere que a los cinco minutos estén contentos como si nada hubiera pasado. Pero debemos entender que Dios es un Dios de procesos.

13 Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?

Ahora Dios esta utilizando a sus criados para hablar a Naamán, primero utiliza una joven hebrea, luego a un mensajero del profeta Eliseo, ahora eran sus propios criados. Jesús dijo “Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para vuestras almas”. Esta es la clave: llevar el yugo del Señor y aprender de El. La mansedumbre se puede aprender.

4 El entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio. 15 Y volvió al varón de Dios, él y toda su compañía, y se puso ante de él, y dijo: He aquí ahora conozco que no hay Dios en toda la tierra, sino en Israel. Te ruego que recibas algún presente de tu siervo.

Naamán estaba reconociendo al Dios soberano en el que nosotros hemos creído; había ya en él, un fruto del conocimiento del Señor.

16 Mas él dijo: Vive Jehová, en cuya presencia estoy, que no lo aceptaré. Y le instaba que aceptara alguna cosa, pero él no quiso. 17 Entonces Naamán dijo: Te ruego, pues, ¿de esta tierra no se dará a tu siervo la carga de un par de mulas? Porque de aquí en adelante tu siervo no sacrificará holocausto ni ofrecerá sacrificio a otros dioses, sino a Jehová.18 En esto perdone Jehová a tu siervo: que cuando mi señor el rey entrare en el templo de Rimón para adorar en él, y se apoyare sobre mi brazo, si yo también me inclinare en el templo de Rimón; cuando haga tal, Jehová perdone en esto a tu siervo.

Dios le habló a la viuda cuando todavía quedaba un poco de harina y aceite en una vasija. De la misma manera Dios nos puede abordar a nosotros, justo antes de que todo se termine. Recordemos que más bienaventurada cosa es dar que recibir. Da, aún de lo poquito que tienes, porque cuando das se te multiplica. Esta situación de necesidad por la que estaba atravesando la viuda, tenía el propósito de unir a la familia y conocer a Dios. Esto aconteció con la viuda.

En el caso de Naamán, vemos que solo tomando el yugo del Señor aprendemos a ser mansos y humildes de corazón. Porque Dios trabaja en nuestra vida por medio de procesos. Hay cosas que nos corresponden hacer a nosotros y nadie nos puede sustituir.

La Columna del Propósito, parte I

Este mensaje pertenece a la serie Casa edificadas sobre 7 Columnas Labradas. Hoy continuaremos con la Columna del Propósito primera parte. El hombre perdió el propósito para el cual Dios nos creó. ¿Quién soy? ¿En dónde estoy? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es el propósito de Dios para mi vida? Son algunas de las interrogantes que las personas se hacen y no pueden contestar. Pero hay una razón por la cual naciste en este tiempo y para la cual sirven todas las experiencias que has vivido en tu vida.

Muchas vidas andan perdidas y no saben hacia donde dirigirse. Otros solo alcanzan propósitos meramente temporales. Igual puede sucedernos como al pueblo de Israel con el propósito de llegar a Canaán, que la carnalidad nos mantenga dando vueltas en el desierto. Nuestro propósito en la vida debería llevarnos a glorificar a Dios.

EL PROPOSITO DE DIOS
Hay diferentes tipos de propósitos: personales, familiares, congregacionales, organizacionales, educativos, empresariales. Ya que somos seres integrales, en todas las áreas o niveles de nuestra vida, deberíamos tener propósitos. El propósito nos dice porque razón hemos sido colocados en el lugar que estamos.

Propósito es

Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo.
Objeto, mira, cosa que se pretende conseguir.
Asunto, materia de que se trata.
Test del propósito en nuestras vidas
Para seguir este test, nos basaremos en el Salmo 107, el cual exhorta a los que han sido rescatados del poder del enemigo, y ubicados en un lugar, a alabar la bondad de Dios.

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia. 2 Díganlo los redimidos de Jehová,
Los que ha redimido del poder del enemigo, 3 Y los ha congregado de las tierras,
Del oriente y del occidente,
Del norte y del sur. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir.
5 Hambrientos y sedientos,
Su alma desfallecía en ellos.

Las 7 preguntas del Test.
¿Te has sentido perdido, como en un desierto?
¿Te has sentido solo?
¿Has perdido el camino?
¿No encuentras tu lugar?
¿Estás hambriento?
¿Estás sediento?
¿Desfallece tu alma dentro de ti?

El que está perdido mira para todos los lados y todo le parece igual, se mantiene dando vueltas y vueltas, pues no tiene orientación. Experimenta soledad, frustración, inseguridad, no conoce el camino a seguir. No tiene ciudad, ni lugar establecido, no se siente parte de ningún lugar. Si no has llegado a Cristo, o si llegaste pero observas que todo permanece igual, o aún te mantienes dando vueltas en el mismo lugar, todavía no has encontrado tu propósito.

Nuestra hambre y ser deberían ser por la justicia de Dios, pues seríamos saciados. Sin embargo, muchas veces hemos andado errantes y hambrientos de placeres de este mundo, de fama, de dinero, de muchas cosas materiales y temporales. Y nuestra sed no ha sido por el agua de vida.

CLAMAR PARA QUE EL RESPONDA. 6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones. ¿En medio de tu aflicción, has clamado a Dios?
No importa si todas las respuestas a las 7 preguntas del test fueron afirmativas, en medio de tu angustia y aflicción necesitas clamar a Dios.

7 Los dirigió por camino derecho,
Para que viniesen a ciudad habitable. 8 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
9 Porque sacia al alma menesterosa,
Y llena de bien al alma hambrienta. Ejemplos del cumplimiento del propósito de Dios

La dureza del corazón del pueblo de Israel le trajo como consecuencia que perdieran la visitación de Dios en algunos momentos de su historia, siendo bendecidos los gentiles en lugar de ellos. Hubo dos ejemplos importantes de extranjeros bendecidos, los cuales fueron citados por Jesús en Lucas 4:24-27.

24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

Si no comprendemos que Dios tiene propósitos para la vida de las personas, su propósito en nosotros se puede frustrar. Veamos con mas detalla el ejemplo de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-9.A Elías se le manda a profetizar al rey Acab que vendría sequía sobre la tierra, pero el rey endureció su corazón. El profeta fue escondido y sustentado en el Arroyo de Querit donde había agua y los cuervos eran enviados en la mañana y en la tarde con una porción de carne. Luego Dios preparó el corazón de una viuda extranjera, perteneciente a un pueblo que no conocía a Dios. Esto demuestra que Dios puede usar cualquier persona para bendecirnos y derramar su bendición.

En circunstancia de sequía, el profeta Elías al encontrarla en la puerta de la ciudad la llama fuera y le solicita un vaso de agua. Dios había preparado una experiencia de bendición para ambos, pues Elías aprendería a recibir de una mujer pobre y la mujer, al dar sería desatada de su condición de pobreza.

Cuando el profeta le pide de comer, ella expone su condición. Sus palabras denotan que su vida y corazón estaban centrados en ella misma y en su hijo, no en Dios. La situación en la que estaba Sarepta es representativa del dominio de una potestad que hace que las personas no encuentren propósito, y se echen a morir. ¡Mas en Cristo todo es posible! ¿Cuál era el propósito de Dios para la vida de esta viuda? Sacarla del dominio de Sarepta, de ese propósito de muerte y ampliar sus límites. Esto lo inferimos en el simbolismo de que el profeta la llama fuera de la puerta de la ciudad.

Muchas veces la gente está dispuesta a dar, pero hasta cierto límite. Esta mujer, sin conocer a Jehová, obedeció la palabra del profeta, pero inicialmente solo dio lo mínimo: un poco de agua. Sin embargo, el hombre de Dios le pidió algo adicional. El propósito de Dios era bendecirla y que tuviera sustento, pero el del enemigo, que muriera.

13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.

La mujer estaba llena de temor. Al entregarle la torta primero a Elías, simbólicamente la entregaba a Dios, obedeciendo el propósito divino de dar. A pesar de que Dios permite que a nuestra vida lleguen fuertes pruebas, siempre tiene prevista una solución antes de que estemos totalmente acabados. A pesar de que no tengamos posesiones materiales, si tenemos al Hijo de Dios, tenemos todo.

Salmo 138:7. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. 8 Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, OH Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.