PROCLAMA 2017

PROCLAMA 2017

lunes, 18 de abril de 2022

El aceite de la unción para dar libertad a los cautivos

 Hemos estado hablando acerca de la necesidad de entender que hay un aceite de la unción. Cuando aquella mujer le echó el perfume a Cristo en la cabeza, Jesús dijo: Esta ha ungido mi cuerpo para la sepultura. El aceite le cayó a la cabeza, pero también al cuerpo. 

Cristo es nuestra cabeza y cuando lo ministramos a Él, ese aceite desciende sobre todo el cuerpo de Cristo. Usted y yo somos el cuerpo de Cristo, pero el cuerpo de Cristo debe estar cubierto; porque dice la Palabra que el aceite baja hasta el borde de las vestiduras (Salmos 133:2). Entonces, ¿qué pasa si la gente no quiere ponerse ropa, no quiere estar vestida en el orden de Dios? Toda oveja tiene que tener un pastor, todo pastor debería tener un ministerio apostólico y todo ministerio apostólico tendría que tener un consejo; porque sobre un alto, hay otro más alto y sobre ese alto hay otro más alto, pero sobre todos los altos está el Altísimo.

A los treinta años Jesús descendió al río Jordán y cuando Él bajó al agua, dice la Biblia: “Y orando el cielo se abrió” (Lucas 3:21). Además dice: “Y descendió el Espíritu Santo sobre Él en forma corporal, como paloma” y arriba el Padre dijo: “Tú eres mi Hijo amado, en Ti tengo contentamiento (Lucas 3:22). 

En ese momento quien estaba siendo testigo de que Jesús es el Hijo de Dios y el auténtico Dios hecho hombre, era el mismo Padre, porque el Padre dijo: Ese es mi Hijo amado. El segundo testigo fue el Espíritu Santo que descendió en forma corporal como paloma, pero la Biblia dice que en boca de dos o tres la cosa tiene que ser cierta. Entonces el Padre testificó que ese era Su Hijo. El Espíritu Santo testificó que era el Hijo porque está escrito: “Sobre en quien veas permanecer el Espíritu Santo, ese es Mi Hijo” (Juan 1:33). 

Habían dos testigos, pero faltaba el tercero. El tercero no podía ser Él mismo, porque usted no puede ser testigo de usted mismo. Entonces, Jesús bautizado con Espíritu Santo va cuarenta días al desierto, y ahí el diablo aprovechó a tentarlo, el último día tres veces, pero Jesús venció con la Palabra, porque le decía: Escrito está. La unción se prueba, el enemigo puede venir a tentarte, pero lo vences con la Palabra y vas a regresar en el poder del Espíritu Santo. Jesús regresó en el poder del Espíritu Santo y llegó a la sinagoga, para que se evidenciara el tercer testigo. 

 

A pregonar libertad a los cautivos

Lucas 4:16-17 “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito”

Él nació en una sociedad judía en donde se guardaba el día de reposo, pero después Jesús dice que eso no es asunto de un día, que Él es el reposo, porque si Dios hubiera hablado de un día solamente no le hubiera dicho a Israel que no entraran al reposo de Dios, que es Cristo en nosotros. Todos los días debemos aprender a reposar en Cristo. Cada semana leían una porción de la Palabra y ese día Jesús leyó del libro del profeta Isaías donde decía:

Lucas 4:18-19 “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor.”

Así que hay gente oprimida, que no es lo mismo que estar cautiva.

El Espiritu del Señor está sobre Cristo para seis cosas:

  1. Dar buenas nuevas a los pobres. No pienses que pobre es solo el que no tiene dinero, porque hay gente que es tan pobre tan pobre, que lo único que tiene es dinero; porque no tiene familia. 
  2. Sanar a los quebrantados de corazón.
  3. Pregonar libertad a los cautivos.
  4. Vista a los ciegos. La peor ceguera no es la física, es la espiritual. Hay gente que no mira el día de mañana, hay gente que no mira que Dios fue el que le dio esta mañana para que el sol saliera y lo viera. 
  5. Poner en libertad a los oprimidos.
  6. A proclamar el año agradable del Señor.

Entonces Jesús paró la lectura, porque si usted va a Isaías 61:2, el versículo comienza diciendo: “A proclamar el año agradable del Señor”, pero continúa con: “Y el día de venganza de nuestro Dios”, esa siguiente, la número siete, habla del día de la ira de Jehová, pero Él no habló de eso en Lucas, porque ahora está preparando al pueblo para que pueda experimentar las seis cosas anteriores, pero el que no recoge con Él, desparrama y le vendrá la séptima, el día de la ira, tribulación como el mundo nunca ha visto. Dios no nos puso para ira, sino para alcanzar salvación y misericordia. Hay un aceite para dar libertad a los cautivos. 

Isaías 61:2b “Y el día de venganza del Dios nuestro.”

Cuando Jesús vino la primera vez, no vino a hablar de venganza, vino a hablar de que hay una opción para dar buenas nuevas a los pobres y a veces la pobreza es de espíritu, de autoestima. Seis cosas, pero no mencionó la séptima, pero el que no recoge ahora va a desparramar y va a experimentar el número siete, el día de la venganza.  

Ese día viene porque el amor de Dios es tan grande que si usted es hijo, pero no cuidó sus vestiduras, va a tener que ir a lavarlas a la gran tribulación, pero no se puede dejar sellar y todo porque no entendió que había un aceite para prepararte para la boda. Por eso la Biblia dice que en todo tiempo haya aceite sobre tu cabeza, y así serán blancos tus vestidos (Eclesiastés 9:8).

Para guardarse con vestidura blanca se necesita la unción del Espíritu Santo, no es  por mis fuerzas y las suyas que nos vamos nosotros a limpiar. Así mismo Él nos guarda. Él nos da la gracia con Su unción.

Génesis 1:27-31 “El hombre fue hecho en el sexto día.”

Seis, porque el hombre fue hecho el día sexto, el día creativo. Aún cuando Dios le dijo: No comas del fruto prohibido.  

La mujer: 

  1. Vió el fruto. 
  2. Era agradable a los ojos.
  3. Codiciable.
  4. Lo tomó. 
  5. Lo comió.
  6. Dió a su marido.

Jesús siendo Dios se hace hombre y se llama Hijo de hombre para sustituirnos a ti y a mí, porque la paga del pecado es muerte; pero Él vino a sustituirnos. Él murió y al tercer día resucitó y está vivo. Por eso es que el diablo, que el Señor lo reprenda, agarra el número seis, y el número de la bestia es seis, seis, seis; pero te vengo a decir que usted y yo somos hombres. El número que nos representa es el número seis. El hombre fue creado en el sexto día. El hombre: Seis pasos para llevarlo a la muerte del pecado. Seis más uno son siete. ¿Quién es el número uno? Entonces si Cristo está en tu vida, ya no eres seis, seis más uno es siete y por eso dice la Escritura que estamos completos en el Amado.  

Por eso es que Él se llamaba hijo del hombre, por eso Él vino a sustituirnos y Él cumplió la ley, y la paga del pecado es muerte. Él murió por ti y por mí para que ahora seamos salvos por Gracia.  

 

Jesús fue ungido para pregonar libertad a los cautivos 

Jesús fue ungido. ¿Qué es pregonar? ¿De qué tipo de libertad estamos hablando y qué tipo de cautiverio? Porque no es lo mismo una persona oprimida por el diablo que estar cautiva por el diablo. Está bajo el mismo enemigo, pero no es la misma cosa estar oprimido que estar cautivo.  

Pregonar: Es publicar en voz alta una cosa para que sea conocida por todos, en todo lugar y en todo territorio. Cuando Jesús viene a tu vida y a la mía, proclama en todo lugar que Él ya nos hizo libres.  

Dice Efesios 6:12 “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” 

Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, es contra principados y potestades, pero Jesús ya pagó el precio, somos libres. También hay gobernadores de las tinieblas de este siglo, eso ya son otro tipo de entidades, no son lo mismo que principados y potestades. Entonces Dios le dice a los gobernadores de las tinieblas de este siglo, a estos que hayan aceptado a mi Hijo Jesucristo y que lo hayan confesado como Señor y Salvador, no tienen derecho de tocarlos (a menos que Él dé permiso con un propósito).

También habla Efesios 6:12 de huestes de maldad de las regiones celestes. La gente quiere hacer guerra espiritual y no ha entendido lo que es un principado, una potestad, un gobernador de las tinieblas, huestes de maldad. Cuando Jesús murió en la cruz del Calvario, Él se humilló y Dios le dio el Nombre sobre todo nombre, para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de todos los lugares que están allá arriba, de todo lo que está en la tierra, y de todo lo que está debajo de la tierra.  

Pregonar es que no te pueden tocar ni los de abajo, ni los de aquí, ni los de allá arriba, porque Jesús te declaró libre, a menos que uno se meta en la cadena del perro, porque el enemigo puede tocarte si te metes en su esfera. Pero Dios siempre nos guarda, porque la infidelidad de los hombres no anula la fidelidad de Dios.

Libertar: Propiamente a un prisionero de guerra, alguien que lo habían despojado de todo lo que tenía de valor, para esclavizarlo o venderlo a él y en la mayoría de los casos juntamente con su familia.

Cuando dice que Jesús nos dio libertad, era porque el enemigo nos quería tener cautivos a nosotros y a nuestra familia, pero Jesús nos hace libres.

Jesús vino a perdonarnos, a pregonar libertad a los cautivos y cuando nos perdonan, ya no tienen derecho a cobrarnos nada ni a nosotros ni a nuestras generaciones, porque Jesús dijo: Consumado es. Él pagó el precio para que no seamos esclavos. Todo está pagado, el diablo no puede cobrar. Se acuerdan de aquella mujer viuda que no tenía para pagarle al acreedor? se le iban a llevar a los hijos de esclavos, pero el Señor proveyó dándole sabiduría a la mujer para que pagara esa deuda.  

Cuando aceptamos a Jesús y Él nos liberta, tenemos que romper los puntos de contacto.  Dice Hechos 19 que la iglesia del principio crecía porque venían muchos que habían creído, confesando y dando cuenta de sus hechos, y traían libros de magia y los quemaban y dice que los libros valían fortunas. Quitar puntos de contacto, es como cuando en la casa de repente comienzas a haber moscas, hormigas, porque quizás algo se cayó o está podrido. Entonces para quitar las moscas, hay que hacer quitar lo podrido, limpiar y fumigar.

Hay un Nombre sobre todo nombre y la autoridad de Cristo es en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra. Las tinieblas están invadiendo, pero las tinieblas no prevalecerán ante Jesús, la Luz verdadera. Necesitamos la Palabra de Dios, necesitamos el Nombre de Cristo, creerle. Hay autoridad en el Nombre de Jesús.

Jesús vino a pregonar. Es cuando te liberta en los aires, en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra.  Ese es mi hijo, esa es mi hija, nadie me l@ puede tocar. 

Dios dejó el Antiguo Testamento como figura, para que viéramos como una persona por necia, puede ser invadida junto con su familia, aún estando en el plan de Dios. Lot, el sobrino de Abraham, le dijo que quería la tierra camino de Sodoma y Gomorra, y fue poniendo tiendas hasta que llegó a vivir en Sodoma y Gomorra.

 

El rey de Sodoma y la alianza con otros reyes 

Génesis 14:8 “Y salieron el rey de Sodoma, el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos batalla en el valle de Sidim”

El significado del nombre Zoar es: pequeño (a), insignificante. Dios destruyó todas las ciudades, la única ciudad que no destruyó fue Zoar. 

Una persona puede estar cautiva de un pensamiento, no logra ser libre y vuelve a regresar al mismo punto de origen. Por eso la Biblia enseña que cuidado con ser como la puerca lavada que regresa al lodo o el perro que vuelve a comerse su vómito (2 Pedro 2:22), pero ya no somos ni perros ni puercos, somos hijos de Dios. 

Hay pensamientos de cautividad que muchas personas han ignorado, y por eso hoy tenemos que hablarlo más que nunca. Hay que buscar un equilibrio. Hay gente que todo es demonio. Hay un Nombre sobre todo nombre, no podemos decir que todo es demonio o que nada es demonio. 

Cinco reyes malos se unieron.

Génesis 14:11-12 “Y tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus provisiones, y se fueron. Tomaron también a Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma, y sus bienes, y se fueron.”

Dios tenía derecho sobre Lot, sin embargo, Lot estaba en territorio equivocado, por carnal. 

 

Recobró todos los bienes y a Lot

Génesis 14:14 “Oyó Abram que su pariente estaba prisionero, y armó a sus criados, los nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y los siguió hasta Dan.”

Al carnal de Lot se lo llevaron cautivo, a sus bienes y a toda su familia. La naturaleza de los verdaderos hijos de Dios es que tienen dolor cuando ve cautiva a su familia. Gente que  está cautiva todavía, con tradiciones, ritos, ceremonias, y que lo tiene el enemigo amarrado y nuestro anhelo debe ser orar y los siervos de casa orar para que el Señor los liberte. 

Génesis 14:15-16 “Y cayó sobre ellos de noche, él y sus siervos, y les atacó, y les fue siguiendo hasta Hoba al norte de Damasco. Y recobró todos los bienes, y también a Lot su pariente y sus bienes, y a las mujeres y demás gente.”

A los que estaban cautivos, Lot, su familia, sus bienes, Abraham los liberó porque se los habían llevado de esclavos. Hay gente que ha estado cautiva por años. Hay una esperanza y se llama Jesús.

La gente que no quiere nada con Dios, Él los pone en una cama para que miren para arriba. Hay alcohólicos que el problema es que no reconocen que lo son. El diablo ya los tiene atrapados, cautivos. Hay gente que está cautiva del odio, del resentimiento, del pensamiento de no puedo, no sirvo, no valgo; pero el Señor vino a pregonar libertad a los cautivos.  

Cuando Lot fue libre y le devolvieron su familia y sus bienes, no hizo nada de lo que hizo Abraham. Abraham lo primero que hizo fue darle el diezmo a Dios de todo el botín de su victoria. Levantó un altar al Dios vivo, adoración, siguió el camino de Dios. Lot ni diezmó, ni se acordó de darle gracias a Dios, y siguió el camino malo, volvió a vivir en Sodoma.

 

Hay gente que es cautiva, lo liberan, pasa un tiempo y luego vuelve a lo mismo; pero te vengo a decir que hay Uno que tiene misericordia. Cuando Dios iba a destruir a Sodoma y Gomorra le dijo a su amigo Abraham lo que iba a hacer y Abraham le dijo que ahí estaba su sobrino, entonces comenzó a regatear con Dios y le dijo: ¿Si hubiere cincuenta justos destruirías a Sodoma? y Dios le dijo que no, y siguió con cuarenta, treinta…. y al final le dijo diez justos. Si Lot hubiera tenido salvación, su familia y un discipulado en Sodoma y Gomorra, Dios no las hubiera destruido, pero no hubo ni diez justos.

 

Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma

Génesis 19:1 “Llegaron, pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó hacia el suelo.”

Lot se regresó a Sodoma. En la puerta de la ciudad se ponían los principales del pueblo con toda la gente. Él no hacía lo que hacían los sodomitas, pero consentía y su familia se le degradó. Dios ya lo había sacado y lo había liberado de Sodoma y Gomorra por medio de Abraham y él regresó.

Génesis 19:29 “Así, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, Dios se acordó de Abraham, y envió fuera a Lot de en medio de la destrucción, al asolar las ciudades donde Lot estaba.”

Antes de eso, Lot intentó convencer a su familia para que se fueran con él, pero no le creyeron porque no tenía respaldo con su forma de vida, porque cómo podía predicar de Dios estando sentado a la puerta de Sodoma. 

Génesis 19:14-16 “Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habían de tomar sus hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va a destruir esta ciudad. Mas pareció a sus yernos como que se burlaba. Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, a tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad. Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.”

No podía agarrar la mano de su mujer porque el espíritu de Sodoma lo que hace es dividir los matrimonios. No había unidad entre ellos, eso es el espíritu de Sodoma. Una persona cautiva no puede tener un hogar integrado, el enemigo pelea. Jesús vino a perdonar nuestros pecados, pero también vino a deshacer las obras del diablo. 

Génesis 19:17 “Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas.”

A la gente cautiva Dios la quiere llevar al monte, mas no pueden subir allá, no pueden subir a lo alto y por eso es que dicen que están bien salados, desbaratados. ¿Cómo estás? aquí subsistiendo. Ese es el idioma, porque todo lo miran pequeño. Su mentalidad es pobre.  

Génesis 19:18 “Pero Lot les dijo: No, yo os ruego, señores míos.”

Génesis 19:20 “He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es pequeña; dejadme escapar ahora allá (¿no es ella pequeña?), y salvaré mi vida.”

Lot dijo, yo no quiero ir al monte, yo no quiero subir a lo alto, porque estaba cautivo.

Entonces hemos dicho que cuando uno mira una palabra que se repite, está queriendo decirnos algo Dios. Zoar significa pequeña, insignificante. 

Génesis 19:23-24 “El sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó a Zoar. Entonces Jehová hizo llover sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de parte de Jehová desde los cielos”

Dios lo mandó al monte y Lot se fue a Zoar. Dice Salmos 24:3-4 que subirá al monte de Jehová el limpio de manos, el de corazón puro, el que no ha hablado vanidad, el que en sus labios no ha habido engaño, ese subirá al monte. Pero en la mentalidad puede estar ese cautiverio dentro de ti, pero Jesús vino a proclamar en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra que te hace libre y la libertad te habla de prosperidad y abundancia.

Génesis 19:26 “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.”

Por eso Jesús dijo:

Lucas 17:32 “Acordaos de la mujer de Lot.”

Porque el tiempo final va a ser como Sodoma y Gomorra.

Cuando el Señor proclama libertad sobre tu vida y la mía, no es para dejarnos postrados en el desierto. El desierto era un lugar de paso para Israel, pero para muchos se volvió lugar de vida y hasta de muerte. Dios los quería entrar a la tierra prometida, pero tenemos que entender un principio: No le tengas miedo a nada del enemigo si tienes a Cristo. 

¿Cuál es el equilibrio? El equilibrio es entender que el perro está amarrado con una cadena y una buena verja. El perro puede hacer lo que quiera, puede ladrar y ser el perro más bravo del mundo, pero está amarrado, y dentro de la verja, tú afuera y no te toca, pero si saltaste la verja y te metes al alcance de la cadena del perro, aunque seas ungido/a de Jehová, te va a morder. Hay gente que está jugando con eso y se salta la verja y piensa que Dios lo va a guardar. Dios guarda, pero también permite que te muerda para que no te metas dentro de la verja, a la esfera del perro.

Jesús te dice a ti y a mí: Yo tuve que ser aplastado, molido para que saliera un aceite, para proclamar que tú eres libre, tú y tu familia son libres si creen en Cristo y nadie te va a poder tocar, ni arriba, ni abajo, ni debajo de la tierra.

¿De qué eres cautivo/a? Cojer fiado es un cautiverio, estar siempre con deudas hasta la garganta porque no tuviste la virtud de dar las primicias para Dios, cosecha para ti y rebusco para el necesitado y de tu cosecha agarrar una parte y ahorrar. Esto es la economía de Dios, pero también hay gente que está cautiva de miedo, de temor, de pensamientos adversos, de enfermedades, de negatividad, pero la buena noticia es que Jesús fue ungido para pregonar libertad a los cautivos. No tenemos que estar más cautivos de todas esas mentiras del diablo, de ese cautiverio que te hace siempre oír: No creas, eso es para otros, tú no sirves, no vales. Mentira! Ese cautiverio se va en el nombre de Jesús.

En el nombre de Jesús, bajo el Nombre que es sobre todo nombre, usted va a creer que el Señor lo declara libre en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra, porque usted tiene a Cristo, usted y su familia, vamos a ver como somos libre en el Nombre de Jesús y no vamos a tener deseo de habitar ni de ir a Sodoma y Gomorra, porque tú y yo fuimos diseñados para ir al monte de Dios, no a un lugar pequeño. 

Crea lo que dice Filipenses 2, dice que haya en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo Dios no escatimó el ser igual a Dios como cosa de que aferrarse, se anonadó, se despojó a sí mismo, se humilló y por cuánto fue obediente hasta la muerte y muerte de Cruz, Dios lo exaltó a lo máximo y le dio el Nombre sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de lo que está en los Cielos, en la tierra y debajo de la tierra y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor.

Ahora en el nombre de Cristo recibe ese sacrificio perfecto del Señor, proclama en los aires, en la tierra y debajo de la tierra que tú eres su hijo (a) y que nada te puede tocar. En el Nombre de Jesús vengo a reprender toda obra de las tinieblas, todo lo que está operando, todo espíritu de Sodoma y Gomorra lo destruimos en el nombre de Jesús y creemos que Jesús es Dios, que Él es Señor, lo creemos.

Levanta tus manos y cree que el Señor Jesús rompe en este momento todo esa apatía de tus hijos, de tu familia para con Dios, toda esa religiosidad, todo lo que has estado imperando que los tiene cautivos, oro para que escapen del lazo del diablo en el cual están cautivos, declara que todo yugo se rompe ahora mismo en el nombre de Jesús de tu casa.

Proclama que Jesucristo es el Señor en los Cielos, en la tierra y debajo de la tierra, confiesa que Jesucristo es el Señor para gloria de Dios el Padre. Proclama a Jesús Señor de tu provincia, de tu familia, di, Padre, yo creo que Jesucristo es el Señor en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra y di el nombre de tu provincia, golpea la tierra y proclama que Jesús es el Señor en el sur, en el este, oeste, en el norte y cualquier parte donde haya familia tuya proclama el señorío de Cristo.

Es el tiempo de creer que el Señor Jesús fue ungido para proclamar y dar libertad a los cautivos, a todo aquel que ha estado cautiva con un pensamiento de muerte, de depresión, ahora eres libre por el poder de Jesús, Él rompe todo eso, oro para liberación de tu alma, aceite fresco en el nombre de Jesús.

Apóstol Fernando Ortiz

Conociendo los colores de la gracia de Dios en nosotros #2

 Levántate, el tiempo de la canción ha llegado. Ya pasó el invierno. Levántate, ahora es el tiempo de levantarse; pero para conocer y entender los colores de la Gracia de Dios. La cita que nos sirvió, es lo que el Señor le dice a Pedro:

Juan 13:7 “Respondió Jesús y le dijo: Lo que Yo hago, tú no lo comprendes ahora; mas lo entenderás después.” 

Quiere decir que hay cosas que Dios está haciendo ahora que no las comprendemos, porque no tenemos la madurez suficiente o no hemos visto que detrás de todo eso hay un plan perfecto de Dios.

De aquí sale: Los colores de la Gracia de Dios en nosotros. La Gracia, así como un diamante, tiene muchas caras pulidas; tiene facetas que nos iluminan y tenemos que conocerlas porque el que conoce la Gracia de Dios y la entiende, no va a tener jactancia, orgullo, sino mansedumbre y humildad; porque va a decir por la Gracia de Dios soy lo que soy, por la Gracia de Dios voy a ser lo que Dios diseñó que yo sea.

La Gracia nos ilumina. ¿Desde cuando nos ilumina esa Gracia?

2 Timoteo 1:9 “Quien nos salvó y llamó con llamamiento Santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito Suyo y la Gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos”

Él nos llamó para ser santos como Él es Santo. No tiene que ver lo que hayamos hecho en la tierra, sino con el propósito que Dios tiene con nosotros. La Gracia existía antes de nuestra existencia terrenal, y nos cuesta entender que nuestro cuerpo físico y nuestra alma tienen una edad, pero nuestro espíritu tiene otra. Dios es el Padre de todos los espíritus. Desde allá venía una Gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos.

¿Y para qué nos sirve saber que veníamos con una Gracia? Al nacer perdimos todo porque en Adán todos pecamos, en Adán todos morimos; pero cuando conocimos a Cristo volvimos a Su propósito. Entonces, aquella Gracia comienza a activarse por medio de la obediencia y reconocimiento de Su Palabra y aquella bendición que nos fue dada en Cristo Jesús en los lugares celestiales; porque también dice el apóstol Pablo: Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo (Efesios 1:3).

 

No se puede maldecir lo que Dios ha bendecido. Hemos sido bendecidos en lugares celestiales en Cristo Jesús. Hay una Gracia que nos fue dada allá, y esa Gracia y esa bendición rompen toda maldición. 

Cuando tú vienes bajo esa Gracia sabes que se va a activar. Por ejemplo, Rebeca, era una joven virgen, una doncella hermosa que iba a casarse con Isaac. Cuando sus hermanos la bendicen al momento de irse, le dicen: Se madre de millares y que los hijos que tengan, tu descendencia, posea las puertas de tus enemigos. Hay bendición que ya está en ti, pero cuando llega el momento favorable Dios te ubica, esa bendición se activa. 

Jeremías 1:5 “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.”

Quiere decir que aquella bendición que ya venía desde allá, Dios la dio antes de que estuviera en el vientre de su madre. Hay bendiciones que están ahí, se tienen que activar, bendiciones que nos dieron y que no sabemos.

Gálatas 1:15 “Pero cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por Su Gracia.”

A Jeremías lo llamó antes, a Pablo lo llamó desde que estaba en el vientre de su madre. Hay una Gracia que nos fue dada antes, pero hay una Gracia que nos fue dada cuando estábamos en el vientre de nuestra madre. 

Hay una Gracia que te cuidó de lo que sea en el vientre, no sólo líquido amniótico te rodeó; te rodeó la Gracia de Dios desde que estabas en el vientre de tu madre. Puede ser que no lo sepas, pero Dios te cuidó porque tiene un plan contigo. 

La Gracia que toma el material que todos rechazaríamos (1 Corintios 1:27-28)

El material que Dios escoge para evidenciar que es por Gracia que lo toma:

  • Lo necio del mundo
  • Lo débil del mundo
  • Lo vil del mundo
  • Lo menospreciado
  • Lo que no es, para avergonzar lo que se dice que es.

Dios toma cinco cosas, porque es la mano de Dios que toma lo que no sirve para hacerlo que sirva, lo que no vale para darle valor. Debemos entender que estamos aquí no porque seamos buenos o inteligentes, esto no es por inteligencia, es por Gracia.

La Gracia que convierte el material rechazado en Su instrumento

Aquello que todos rechazan y Dios lo toma y lo vuelve un instrumento. Aquel que perseguía cristianos fue escogido para ser un instrumento. Por eso Ananías no quería oír predicar a Pablo, lo tuvo que parar Dios: Ananías ve con Saulo de Tarso porque instrumento útil me es éste. A veces nos cuesta entender que gente que hizo cosas es instrumento de Dios; pues téngalo por seguro, que la Gracia es que toma lo vil y menospreciado y lo hace instrumento de Dios.

La Gracia que nos permite perdonarnos, y no admite acusación del enemigo

Detrás de estas enseñanzas, hay no sólo un concepto bíblico sino la realidad que uno ha visto en el transcurso de la vida.

¿Alguna vez hemos hecho algo que entendemos que no está bien? No estoy hablando de pecado, sino por ejemplo: Imagínate que se te subió el apellido, dijiste algo y después te arrepientes. A veces decimos algo y después nos preguntamos por qué lo dijimos. Hacemos algo y nos preguntamos por qué lo hicimos. Muchas veces el diablo lo que hace es acusar.  

Una de las tretas del enemigo es: Hazlo, nadie te está viendo. Aprovéchate ahora, nadie te mira y si la persona lo hace, el enemigo se encarga de publicarlo en redes sociales. El diablo empieza: ¿Y no que cristiano? ¿y no que hijo de Dios? ¿y no que dices que le sirves? ¿y no que lees la Biblia y mira lo que hiciste?

Dice la Palabra: “El acusador que los acusaba de día y de noche ha sido vencido con la Sangre del Cordero (Apocalipsis 12:10-11). El acusador comienza a acusarte de lo presente o de tu pasado: ¿Acaso no te acuerdas de lo que hacías antes de conocer a Cristo? Pueden llegar dardos de acusación. 

El enemigo muchas veces nos acusa de algo que es mentira, pero ¿y cuando nos acusó de algo que es cierto? porque Saulo de Tarso cuando no conocía a Cristo, era un perseguidor de cristianos, y a donde llegaba asolaba los lugares, agarraba las personas y los obligaba a blasfemar. 

Saulo de Tarso era una especie de criminal que perseguía cristianos y los llevaba para matarlos. Entonces cuando se convierte a Cristo, el diablo le recordaba: ¿y no te acuerdas que tú perseguias cristianos? ¿y te acuerdas cuando estaban apedreando a Esteban, dando tu consentimiento, diciendo que le tiren más piedras? y la unción de las ropas le cayó a él.

¿Tenía razones el diablo para acusarlo? ¿era falso de lo que lo acusaba? No, hay cosas que pudimos haber hecho, pero hay una Gracia para perdonarse. No importa lo que hayamos hecho antes de conocer a Cristo. Estando en Cristo, el Señor echa en lo profundo del mar todos los pecados y si Él no se acuerda, nosotros no tenemos que acordarnos.

Una de las cosas que más mira uno como pastor y consejero de familia, es la culpa; la cual implica castigo. Si cuando eras un niño hiciste algo te decían, tienes la culpa; la culpa implica un castigo y antes los castigos no eran de palabritas, pero a ese castigo viene la condenación: Es que tú vas a ser siempre un rebelde. Lo estás condenando a ser un rebelde. Culpa, castigo y condenación. Lo bueno es que Cristo llevó nuestra culpa y por sus llagas fuimos nosotros curados y ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo Jesús.

Pablo tuvo que entender esta faceta de la Gracia, este color de la Gracia. 

1 Timoteo 1:12 “Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el Ministerio”

¿Hubiéramos puesto a Pablo en el Ministerio?

La semana pasada hablaba de un hombre judío, que fue el que persiguió y fue prácticamente el autor de los campos de concentración, y por fin lo atraparon en 1960; porque él había huído. Detrás de ese hombre hay millones de judíos que fueron asesinados.  Imagínense que se arrepiente y ponerlo a él de instrumento y a predicarle a los judíos. Dios actúa fuera, esa es la Gracia. A veces juzgamos un vaso, ¿Y cómo Dios puede hablar por esa persona? Dios puede hablar hasta por una burrita. La Gracia de Dios no se puede medir con nuestra mente, y a veces somos muy duros y tenemos algo que se llama prejuicio.

1 Timoteo 1:13 “Habiendo yo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador; más fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad.”

Esos títulos no son cualquier cosa: blasfemo, perseguidor e injuriador. La Gracia es también reconocer lo que uno era, porque estamos en el mundo del maquillaje, de la pantalla, de la imagen, pero usted nota que la Biblia es tan clara que hace ver que a unas personas le muestra su pecado. ¿Cuántos hemos oído que David era el dulce cantor de Israel? Sin embargo, del dulce cantor de Israel quedó escrito en la Biblia que él se levantó, no fue a la guerra y se puso a ver a Betsabé; y ya sabemos lo que pasó. La Biblia es un libro que no oculta. 

Hay gente que es sincera, pero sinceramente equivocada. Hay gente que hizo muchas cosas en ignorancia. Hay mucha gente que lo hizo en incredulidad y Dios nos recibió a misericordia. Vamos a ver esas tres palabritas.

Blasfemar: Significa maldecir, vituperar a algo o alguien que se considera sagrado o de respeto. Pablo a quien blasfemaba, a quien vituperaba era a Jesús, al Hijo de Dios. Por eso el Señor le dice: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Saulo perseguía al Señor, él maldecía a Jesús. Dice: Yo fui un blasfemo, lo reconoce. En la Biblia habla que tiene que haber un reconocimiento de lo que uno era, y de la Gracia de Dios en nosotros.

Perseguidor: Que persigue al que se escapa, llegando a convertirse en obsesión y odio. Para Saulo de Tarso era una obsesión, tanto así que dice en una de las versiones: Y era tan obsesionado que los perseguía en los lugares y aún en las ciudades de afuera. Saulo de Tarso era un perseguidor obsesionado con tal de destruir, de matar.

Injuriar: Ultrajar, ofender gravemente de palabra u obra, dañar, menoscabar.  Cuando Saulo los obligaba a blasfemar de su fe, los ponía, los dañaba, los ultrajaba, los ofendía.

¿Hubiéramos escogido una persona así para perdonarla y hacerla instrumento? Esa es la Gracia de Dios. Porque ahora entiendo por qué me escogiste, porque no es por obra. No es por lo que hayamos hecho, es por lo que Él hizo en la cruz del Calvario. Él dijo consumado es, todo está pagado. 

1 Timoteo 1:14 “Pero la Gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.”

Las tres cosas anteriores y otras que Pablo tenía, todo esto era feo, horrible, pero por mucho peso que tengamos de pecado, la Gracia es mayor. No importa que tan grande haya sido nuestro pecado, más grande es el Amor, la Misericordia y la Gracia del Señor. 

En este momento Dios va a comenzar a hacer portentos y maravillas entre nosotros. Dios va a comenzar a utilizar a muchos en sanidades, que se van a asombrar, en palabras proféticas. Lo que viene ahora es un mover de Dios sin precedente, no para todos; sino para los que creen.  Pero podemos caer en la trampa. Saulo de Tarso dice que fue arrebatado al tercer cielo, le mostraron cosas, pero también le pusieron un aguijón en la carne para que la grandeza de las revelaciones no le exaltaran. Somos humanos, tengamos cuidado; pero Pablo habló tanto de la Gracia, porque la Gracia no nos permite exaltarnos, ni orgullo ni autosuficiencia.

Cuando hay Gracia tienes fe. Job al final venció por su fe en Cristo, porque al principio él creía que tenía todo, pero el proceso fue para llevarlo a reconocer que no tenía nada, pero yo sé que mi Redentor vive. ¿No has visto a mi siervo Job? varón justo y temeroso, apartado del mal, en el que no hay engaño. Dios tenía fe en Job. Job venció con la fe que tenía Dios en él, y eso es Gracia. Dios sabe lo que vamos a ser no por lo que nosotros tenemos, sino por lo que Él ha puesto en nosotros, a Jesucristo.

1 Timoteo 1:15 “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.”

El perseguidor número uno de la iglesia de aquel entonces. El Atila que a donde él llegaba no crecía la hierba cristiana, que mataba, desolaba las iglesias, entendió que la relación personal con Dios nos hace quitarnos las hojitas de higuera, la religiosidad, para que Dios nos vista de piel de Cordero. Él reconocía que era un pecador y que era el primero. 

1 Timoteo 1:16 “Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en Él para vida eterna.” 

En otras palabras, la gente decía: Si perdonó a Pablo, si lo utilizó como un tremendo instrumento; si lo hizo con él, lo puede hacer con nosotros. Pero en otro contexto, Dios actúa al revés de como nosotros pensamos. Por ejemplo, si a un líder como Pablo lo metían preso, entonces el resto de los cristianos diríamos ahora que hay persecución la gente no va a querer predicar; y viene Pablo y dice: Ahora que estoy preso ha redundado para bien en el Evangelio; ahora es que toda la gente se pone a predicar a Cristo. 

Pensamos que la persecución detiene el crecimiento de la Iglesia. El enemigo ha querido perseguir a la iglesia siempre, pero mientras más la persigue más crece. De eso siempre ha habido y habrá. El enemigo siempre se ha levantado, pero nuestro Dios ya fue levantado en alto y está la diestra del Padre intercediendo por nosotros.

1 Timoteo 1:17 “Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.”

¿Para qué conocer la Gracia? porque con la Gracia entendemos que Él es el Rey de los siglos, que ha gobernado siempre y gobernará. Que Él es inmortal, que Él venció la muerte. La Gracia me hace ver que aunque Él es invisible, que aunque no lo vea, Él está. La Gracia me hace darle el honor, reconocerlo como Dios, darle la Gloria y vamos a seguir dándole Gloria por los siglos de los siglos.

Tener la Gracia para predicarle a la gente que nos hizo daño.

Regresemos dos mil años atrás, y nos dicen que el domingo va a predicar Saulo de Tarso, Pablo, que nos va a traer un poderoso mensaje de la Gracia. Entonces de repente dices: Saulo, ¿el que una vez llegó y desoló la iglesia donde yo estaba, la devastó, se llevó mi abuelita, mi hermano, mi primo, a mi sobrino presos y los mataron? ¿Cómo hubiéramos recibido el mensaje de Pablo, de un perseguidor, de alguien que te hizo daño a ti y a tu familia?.

La Gracia que hace que a los que les hicimos daño nos perdonen 

Hechos 9:26 “Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.”

La gente no creía. Decían: Este es infiltrado, este viene a ver donde estamos reuniéndonos, este nos va a perseguir. 

Hechos 9:27 “Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en el nombre de Jesús.”

Nadie lo quería recibir, pero un hombre llamado Bernabé vio la realidad de la Gracia de Dios y él dijo: Yo me pongo de aval, yo lo traigo, no le tengan miedo. Ese hombre testificó en Damasco, yo doy todo lo que tengo, mi prestigio, sirvo de aval a este hombre. Bernabé quiere decir, “hijo de consolación”.  Saulo, que llegó a ser Pablo, fue un ministro de revelación, pero Bernabé fue un ministro de restauración. Se necesita la revelación, pero también se necesita un ministerio de consolación. Pablo no hubiera podido entrar a la cristiandad si no hubiera tenido un Bernabé.

Hechos 4:36-37 “Entonces José, a quién los apóstoles pusieron por sobrenombre Bernabé (que traducido es, hijo de consolación), levita, natural de Chipre, como tenía una heredad, la vendió y trajo el precio y lo puso a los pies de los apóstoles.”

José quiere decir Dios añade, de Dios abunda. Pero le cambiaron el nombre. Al único discípulo que los apóstoles (Jesús fue que cambió de Simón a Pedro) le cambiaron el nombre fue a José y le pusieron Bernabé.

En la iglesia del principio él se despojó de sus bienes para que la iglesia pudiera predicar.

 

Hechos 13:1 “Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo.”

¿Por qué le cambiaron el nombre? ¿qué habrán visto en este hombre? Tenía una Gracia para consolar, porque con la consolación que han sido consolados de parte de Dios pueden consolar a otros. 

Antes de ser Pablo y Bernabé apóstoles, eran profetas o maestros. ¿Quién salió bendecido Pablo con Bernabé o Bernabé con Pablo? Los dos, porque Saulo no hubiera podido entrar si no hubiera tenido un Bernabé que lo consoló, lo ayudó, porque todos lo rechazaban. 

¿Qué sentiría Pablo que los primeros que lo rechazaron fueron los judíos? porque no se podía juntar con los judíos porque decían: Te volviste traidor, ahora prédicas a Cristo y andas con los cristianos. Se quería juntar con los cristianos, pero le tenían miedo. Nadie lo quería, todos lo odiaban por lo que había hecho; entonces necesitaba consolación.

Hechos 13:2 “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”

Y puso primero a Bernabé y ¿para qué obra los llamó? El Espíritu Santo fue el que habló.

 

Hechos 13:3 “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”

Hechos 14:14 “Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud, dando voces.”

Hubo un Apóstol del Padre, Jesús. Hebreos dice que Cristo como apóstol del Padre. Hubo doce del Cordero, los primeros doce apóstoles y hubo un traidor que lo sustituyeron por Matías. Esos son los doce del Cordero y luego vienen los apóstoles llamados por el Espíritu Santo: Apóstol número trece, Bernabé; número catorce, Pablo. Después están Junias, Andrónico, Timoteo. Esos son los Apóstoles del Espíritu Santo. 

Ahora se niega ese ministerio porque lo han desacreditado, porque no se entiende que el ministerio apostólico no es para estar arriba, sino para estar abajo. Hemos venido a ser escoria para el mundo, para servir, pero lo hicieron una caricatura. Es un ministerio genuino. Son cinco ministerios hasta que todos alcancemos la estatura de la plenitud de Cristo. Están vigentes, pero no a la maldad humana, sino a lo que la Biblia enseña.

Hechos 11:22 “Llegó la noticia de estas cosas a oídos de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a Bernabé que fuese hasta Antioquía.”

Los griegos comenzaron a convertirse y como Bernabé era de Chipre, hablaba griego y por eso lo enviaron a él.

Hechos 11:23 “Este, cuando llegó, y vio la Gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor.”

Estaba viendo la Gracia de Dios que se estaba convirtiendo gente griega y el griego es de mucho razonamiento. 

Hechos 11:24 “Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.”

Bernabé no era cualquiera. Pablo tuvo una Gracia de parte de Dios para que la gente a la que le había hecho daño lo perdonara, pero también tuvo una Gracia para pararse y decir: Yo hice esto, pero lo hice en ignorancia y lo que estaba haciendo era pidiendo perdón. Hay una Gracia para perdonar y hay una Gracia para que te perdonen.

Si hiciste algo, hay una Gracia que nos perdona lo que hayamos hecho en ignorancia. La Biblia enseña que Él perdona nuestros pecados y nos hacen nueva criatura y no se acuerda más y nos da la Gracia para pedir perdón. Si sientes culpa de algo, Dios te perdona; pero también ve con la persona y pídele perdón por lo que hiciste en ignorancia. El entendido, entenderá. 

Siempre tenemos razones para pedir perdón y para perdonar, pero también una Gracia para perdonarte a ti mismo. Pablo tuvo la Gracia para perdonarse a sí mismo, porque le dijo: Señor, si tú me perdonaste, yo me perdono. Me tuviste por fiel al ponerme en el ministerio, porque alcancé Gracia. Este es tu momento, alcanza Gracia en esto que estás pasando. 

¿A quién tienes que perdonar? ¿A quién tienes que pedir perdón? o perdonarte tú, para que digas: Yo soy el hombre o la mujer que conoce la Misericordia de Dios, el Amor de Dios, el Perdón de Dios y conoce la Gracia de Dios. Que eso te haga humilde y manso. Ante la Gracia de Dios no hay orgullo ni autosuficiencia, porque nosotros no hicimos nada, Él lo hizo todo por nosotros.

Apóstol Fernando Ortiz

lunes, 3 de abril de 2017

Principios divinos de la bendición de Dios Parte 2

Los principios divinos consisten en aquellos que nunca cambiarán, si estos se llegasen a perder en la sociedad, al igual que la práctica de buenos valores, entonces se ocasiona la degeneración de la misma. Debemos procurar volver a los principios divinos, pues fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios.
Resumen de la primera parte de esta predica
  • Principio Divino No. 1: Al igual que nuestro Dios, que todo lo creó lo bendijo, bendigamos lo que el Señor nos permite iniciar.

Génesis 1:26-27  “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”.

Cuando Dios creó las aves, los animales, al hombre, los bendijo. Aunque el hombre no crea, engendra, como fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios, debemos bendecir. Cuando un bebé está en el vientre debemos bendecirlo.
Pero estamos en la cultura errónea y eso se nota hasta en el idioma, debemos cambiar nuestra manera de pensar. Cuando una mujer está esperando bebé decimos que está embarazada y que va a tener un parto. Si buscamos el significado de la palabra embarazoso, quiere decir confuso, molesto, difícil, pero la Biblia no habla de embarazo, habla de que la mujer concibió y va dar a luz.
  • Principio Divino No. 2: En cada nueva etapa Dios bendijo a Su pueblo, de la misma manera nosotros debemos bendecir lo nuestro y los nuestros.
Este segundo principio divino, tiene el objetivo de enseñarnos a aprender a bendecir por etapas, todo lo que Dios nos permita vivir. Cuando Noé y su familia salieron del arca, Dios los bendijo, de mismo modo nosotros en cada etapa de la vida de nuestros hijos, debemos bendecirlos, cuando entran a la escuela, cuando van a la universidad, bendecirlos.
Si conociéramos los principios de bendición a cabalidad, otro asunto seria. Israel es un país de 14 millones de habitantes y tiene el 50% de los premios Nobel a nivel mundial. Usted podría decir, es que ellos son la raza escogida, pero nosotros también, ¿acaso no dice la Biblia que lo vil, lo necio del mundo escogió Dios? De Israel dice la Escritura en Deuteronomio que Dios escogió el pueblo de Israel por ser el más pequeño de los pueblos. Dios no agarra lo grande, Él toma lo pequeño para volverlo grande, es que ellos han seguido los principios de la Palabra de Dios.
  • Principio Divino No. 3: No demos para ser bendecidos sino demos porque ya hemos sido bendecidos por Cristo Jesús.
  • Principio Divino No. 4: Sin duda el mayor bendice el menor.
Por eso debemos considerar a los hermanos como superiores a nosotros mismos. Este principio divino nos enseña que debemos reconocer la autoridad que Dios pone sobre nuestras vidas.
  • Principio Divino No. 5: Antes de ser bendecidos, debe haber un principio de honra de nuestra parte para con el mayor que es quien nos bendecirá.
Este quinto principio divino nos recalca una verdad, que para recibir las bendiciones, debemos primeramente honrar, por esta razón, es que al mayor le corresponde bendecir al menor.

Génesis 27:3  “Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo y tráeme caza”.

Isaac antes de bendecir a su hijo Esaú, le pidió que fuera a cazar y prepararle un guisado. Le pidió algo a nuestro entender difícil, pero era algo que estaba en su capacidad, la Biblia dice que Esaú era un gran cazador, es que debemos entender el principio de honra, Dios dijo honra a tu padre y a tu madre, los que tienen la dicha de tener sus padres vivos, llévenles algo que les cueste, que les permita su capacidad, porque se potencializa el principio de honra con el de bendición, el mayor bendecirá al menor.

Génesis 25:11 “Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve”.

Abraham fue bendecido por Dios, pero Abraham como padre de Isaac, no puso en práctica este mismo principio de bendecir a su hijo, tal como Dios lo había hecho para con él, sin embargo, Dios bendijo a Isaac, aunque su padre terrenal no lo bendijo. Si no te bendijo tu papá, o tu mamá o una autoridad, hay un Padre en el cielo que no se olvida, esto te habla de la importancia de la bendición.
Es importante saber que cuando un padre terrenal o Dios bendicen nuestras vidas, cambia la realidad y la estructura de las cosas que nos rodean y lo que vayamos a ser.
Todos tenemos autoridades que vemos como superiores a nosotros mismos, debemos procurar buscar la bendición de estas personas, y que no partan de este mundo sin antes bendecirnos, cuidar de no ver este acto como una costumbre, más bien, como una vía de ser bendecidos.
Cuando no buscamos la bendición de nuestros mayores, puede ser sinónimo de orgullo en nosotros, pero en otras ocasiones, pueden ser complejos de inferioridad o problemas de baja autoestima, lo que nos hace difícil ver a los demás como superiores a nosotros.
Si las autoridades que Dios ha puesto sobre nosotros las consideramos de poco ejemplo a seguir, debido a sus malas actitudes y en ocasiones llegamos a sentir razones para maldecirles, Dios nos manda a honrarlas y bendecirlas. La bendición te cambia tu atmosfera física y espiritual.
Hay que buscar la bendición del cielo y de la tierra, por no conocer esto mucha gente hace como el prodigo en la primera etapa, cuando dijo he pecado contra el cielo (Lucas 15:18 ”Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti”). Reconoció que había pecado. Asimismo  hay gene que dice he pecado contra el cielo, pide perdón, pero no se arregla en la tierra, hay gente que dice ya tengo la bendición del cielo, pero no ha buscado la de la tierra por medio de coberturas, de autoridades.
La bendición de Dios cumple con cinco funciones básicas en nuestras vidas:
  1. Nos habilita.
  2. Establece dirección.
  3. La bendición capacita.
  4. Nos establece propósito. Te dice a donde Dios te quiere llevar.
  5. Nos bendice para ser bendición. Génesis 12:2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición”. Muchos piensan que la bendición es para sí, pero Dios nos bendice para que seamos bendición.
Pero la maldición hace todo lo contrario:
1-Si la bendición nos habilita, la maldición deshabilita, nunca lo va a lograr, no sirve, no vales.
1-Si la bendición establece dirección, la maldición hace a la gente andar dando vueltas en el mismo lugar, como pasó con Israel en el desierto.
1-Si la bendición nos capacita la maldición te incapacita.
1-Si la bendición establece propósito, la maldición te quita tu propósito.
1-Si la bendición nos hacer ser de bendición para otros, la maldición hace personas que sean de maldición a los lugares que llegan.
Absalón era un hijo de David, pero cuando entró en rebeldía, fue una maldición para Israel porque arrastró mucha gente a la rebelión.
Recordemos el primer principio de bendición que Dios establece en nuestras vidas, que bendigamos lo que el Señor nos permite iniciar.
En Génesis 1:27 Dios creó al hombre “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. No bastó con crearlos, los bendijo.
Génesis 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Dios le dio cinco tipos de bendición al hombre y a su mujer, el cinco en la Biblia representa la gracia, la mano de Dios que se extiende y no alcanza.
Jesús estableció un modelo, nada puede hacer el hijo si no ve al padre. Él dijo, las palabras que hablo las hablo de parte del que me envió, el vino a imitar el modelo del Padre y si el Padre Dios al crear a Adán y a Eva los bendijo, nosotros debemos imitarlos, pero venimos de la cultura de la maldición y no saben el daño que se hacen y le hacen a la tierra los que utilizan los medios de comunicación para maldecir.
La palabra que se usa de bendecir en Génesis 1;28 es Barak, y los Barak Dios, esta palabra en su etimología lo que significa es arrodillarse, ser bendecido por Dios para bendecir.
Cuando uno se arrodilla reconoce al otro como superior y que está contento con el lugar donde uno se encuentra, es donde sin duda el mayor bendice al menor. Esta palabra desde su etimología nos dice que no podemos tener la actitud del último refresco en el desierto, de decir yo humillarme??? Yo pedir perdón?????, así no seremos bendecidos.
LOS CINCO PROPÓSITOS DE LA PRIMERA BENDICIÓN
Dios creó al hombre y a la mujer y los bendijo con cinco tipos de bendiciones establecidas en Génesis 1:28  “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
  1. Fructificar
  2. Multiplicarse
  3. Llenar la tierra
  4. Sojuzgarla
  5. Señorearse
EL PROPÓSITO DE DIOS Y EL ANTIPROPOSITO DEL ENEMIGO
El propósito de Dios es que fructifiquemos, el del enemigo que seamos estériles.
El propósito de Dios es que nos multipliquemos, el del enemigo es dividirnos.
El propósito de Dios es que llenemos la tierra, el del enemigo es que esté vacía.
El propósito de Dios es que sojuzguemos la tierra, el del enemigo que seamos dominados.
El propósito de Dios es que nos enseñoreemos, el del enemigo que seamos esclavos.
  1. Bendecidos para Fructificar
Fructificar en el original es llevar fruto, aumentar, crecer, ser fértil, ser fructífero, dar fruto, producir, retoñar
Si lo bendijo para fructificar es porque comparó al hombre con un árbol frutal, con semilla en sí mismo.
Pero con la caída de Adán pecamos y perdimos la bendición y en Adán todos moriros, pero como el pecado entró por un hombre, vino el postrer Adán y por Él sale y Él se hizo maldición para devolvernos la bendición.
Esta bendición se evidenció cuando los hijos de Israel se hicieron esclavos de los egipcios.
Éxodo 1:7 Y los hijos de Israel fructificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremo, y se llenó de ellos la tierra”.
Los hijos de Israel al llegar a Egipto eran un grupito, pero fructificaron porque sobre ellos había una bendición. Esto nos muestra que a pesar de las situaciones difíciles, la bendición viene detrás.
Aunque hayan momentos difíciles si hay una bendición detrás, te va a perseguir y a sacar de eso, eran esclavos, mas sin embargo el poder de la bendición era más grande, por esto los hijos de Israel fructificaron, se multiplicaron, fueron aumentados, fortalecidos en extremo,  se llenó de ellos la tierra, cinco cosas, numero de gracia, porque ahí estaba la bendición de Dios.
Éxodo 1:8-10 “Entretanto, se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros. Ahora, pues, seamos sabios para con él, para que no se multiplique, y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra”.
En este versículo se resalta como el enemigo reconoció que el pueblo de Dios era mayor que ellos. Israel era esclavo pero como estaba la bendición, el mismo faraón reconoció que Israel eran más fuerte, pero Israel no reconocía eso, porque cuando tienes mente de esclavo la bendición está dentro de ti, pero hay que cambiar la forma de pensar.
Lo que el enemigo quería era que no se multiplicaran, porque ese faraón representa al diablo.
Romanos 9:17 Porque la Escritura dice a Faraón: Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra”.
Dios permite que los faraones se levanten, para levantar y fortalecer a Su pueblo.
Faraón sabe que pronto nos vamos de esta tierra, y las estrategias son las mismas, para que no fructifiquemos, pero haga lo que haga, no va a impedir que fructifiquemos, porque el poder de la bendición es mayor.
  1. Bendecidos para Multiplicar
Significa aumentar en todo lo bueno, crecer, amontonar en multiplicación.
Salmos 1:1-3 “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,  Ni estuvo en camino de pecadores,  Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará”.
Muchos oyen el mensaje, no anotan, no meditan en la Palabra de día y de noche, y de noche oyendo noticias, viendo novelas, en lugar de quedarse rumiando un versículo, meditando en la Palabra.
Dios te quiere aumentar de todo lo bueno.
Éxodo 1:15-16 “Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva”.
Desde el principio el ataque del enemigo es matar a los varones, como padres debemos bendecir la identidad de nuestros hijos, si te nació varón o hembra bien, porque quien eligió fue Dios, pero si es varón y querías hembra, no dejarle el pelo largo, sino marcar la identidad.
Éxodo 1:17-21 “Pero las parteras temieron a Dios, y no hicieron como les mandó el rey de Egipto, sino que preservaron la vida a los niños. Y el rey de Egipto hizo llamar a las parteras y les dijo: ¿Por qué habéis hecho esto, que habéis preservado la vida a los niños? Y las parteras respondieron a Faraón: Porque las mujeres hebreas no son como las egipcias; pues son robustas, y dan a luz antes que la partera venga a ellas. Y Dios hizo bien a las parteras; y el pueblo se multiplicó y se fortaleció en gran manera.  Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias”.
Las parteras temían de tal manera a Dios que no cumplieron el mandato de Faraón de matar a los varones y Dios las bendijo y las prosperó por haber obedecido el mandato de Dios y no el del Faraón.
  1. Bendecidos para Llenar la tierra
El término utilizado es Maleb, significa llenar y ser llenado, saciar, suministrar. El equivalente a Llenar en el Nuevo Testamento, se encuentra en Juan 2:7 “Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba”.
Solo se llena lo que está vacío, cuando te bendice Dios se llena lo que está vacío. Llenaron las tinajas de agua hasta arriba y el agua se convirtió en el mejor vino. Dios, cuando bendice para llenar es que tus áreas vacías se comienzan a llenar con la Palabra, con el Espíritu, con todo lo que Él te ponga y de repente lo simple se te convierte en el mejor vino, en el cual no hay disolución.
Juan 6:13  “Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido”.
La Palabra cuenta que un muchachito le dio a los discípulos cinco panes y dos peces y Jesús los multiplicó y comieron cinco mil varones, sin contar mujeres y niños, y comieron hasta saciarse, en la versión antigua dice hasta hartarse.
La bendición es que tengas la virtud de que Dios te llene cestas, cestas no es lo mismo que canastas. Las canastas eran de tamaño de una lonchera, donde cabían unos cuantos panes, pero una cesta era tan grande que cabía una persona, en una cesta entraron a Pablo para salvarle la vida.
Comieron y sobraron para después doce cestas llenas.
Dios no llamó a cosas grandes y nos ha dejado principios para ponerlos en práctica, porque Dios bendijo al hombre para fructificar, no solo en lo económico, sino en todo, para multiplicarnos, ensanchemos nuestra mente para hacer graneros grandes, Dios no va a mandar abundancia de trigo, sino no hay graneros grandes que lo contengan, para llenar la tierra de Su gloria, de Su alabanza.
En una próxima entrega de este tema, hablaremos sobre lo que significa ser bendecidos para sojuzgar y ser bendecidos para señorear.