PROCLAMA 2017

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lunes, 19 de octubre de 2009

La Columna del Propósito, parte I

Este mensaje pertenece a la serie Casa edificadas sobre 7 Columnas Labradas. Hoy continuaremos con la Columna del Propósito primera parte. El hombre perdió el propósito para el cual Dios nos creó. ¿Quién soy? ¿En dónde estoy? ¿Hacia dónde voy? ¿Cuál es el propósito de Dios para mi vida? Son algunas de las interrogantes que las personas se hacen y no pueden contestar. Pero hay una razón por la cual naciste en este tiempo y para la cual sirven todas las experiencias que has vivido en tu vida.

Muchas vidas andan perdidas y no saben hacia donde dirigirse. Otros solo alcanzan propósitos meramente temporales. Igual puede sucedernos como al pueblo de Israel con el propósito de llegar a Canaán, que la carnalidad nos mantenga dando vueltas en el desierto. Nuestro propósito en la vida debería llevarnos a glorificar a Dios.

EL PROPOSITO DE DIOS
Hay diferentes tipos de propósitos: personales, familiares, congregacionales, organizacionales, educativos, empresariales. Ya que somos seres integrales, en todas las áreas o niveles de nuestra vida, deberíamos tener propósitos. El propósito nos dice porque razón hemos sido colocados en el lugar que estamos.

Propósito es

Ánimo o intención de hacer o de no hacer algo.
Objeto, mira, cosa que se pretende conseguir.
Asunto, materia de que se trata.
Test del propósito en nuestras vidas
Para seguir este test, nos basaremos en el Salmo 107, el cual exhorta a los que han sido rescatados del poder del enemigo, y ubicados en un lugar, a alabar la bondad de Dios.

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia. 2 Díganlo los redimidos de Jehová,
Los que ha redimido del poder del enemigo, 3 Y los ha congregado de las tierras,
Del oriente y del occidente,
Del norte y del sur. 4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino, Sin hallar ciudad en donde vivir.
5 Hambrientos y sedientos,
Su alma desfallecía en ellos.

Las 7 preguntas del Test.
¿Te has sentido perdido, como en un desierto?
¿Te has sentido solo?
¿Has perdido el camino?
¿No encuentras tu lugar?
¿Estás hambriento?
¿Estás sediento?
¿Desfallece tu alma dentro de ti?

El que está perdido mira para todos los lados y todo le parece igual, se mantiene dando vueltas y vueltas, pues no tiene orientación. Experimenta soledad, frustración, inseguridad, no conoce el camino a seguir. No tiene ciudad, ni lugar establecido, no se siente parte de ningún lugar. Si no has llegado a Cristo, o si llegaste pero observas que todo permanece igual, o aún te mantienes dando vueltas en el mismo lugar, todavía no has encontrado tu propósito.

Nuestra hambre y ser deberían ser por la justicia de Dios, pues seríamos saciados. Sin embargo, muchas veces hemos andado errantes y hambrientos de placeres de este mundo, de fama, de dinero, de muchas cosas materiales y temporales. Y nuestra sed no ha sido por el agua de vida.

CLAMAR PARA QUE EL RESPONDA. 6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones. ¿En medio de tu aflicción, has clamado a Dios?
No importa si todas las respuestas a las 7 preguntas del test fueron afirmativas, en medio de tu angustia y aflicción necesitas clamar a Dios.

7 Los dirigió por camino derecho,
Para que viniesen a ciudad habitable. 8 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.
9 Porque sacia al alma menesterosa,
Y llena de bien al alma hambrienta. Ejemplos del cumplimiento del propósito de Dios

La dureza del corazón del pueblo de Israel le trajo como consecuencia que perdieran la visitación de Dios en algunos momentos de su historia, siendo bendecidos los gentiles en lugar de ellos. Hubo dos ejemplos importantes de extranjeros bendecidos, los cuales fueron citados por Jesús en Lucas 4:24-27.

24 Y añadió: De cierto os digo, que ningún profeta es acepto en su propia tierra.25 Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra;26 pero a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una mujer viuda en Sarepta de Sidón.27 Y muchos leprosos había en Israel en tiempo del profeta Eliseo; pero ninguno de ellos fue limpiado, sino Naamán el sirio.

Si no comprendemos que Dios tiene propósitos para la vida de las personas, su propósito en nosotros se puede frustrar. Veamos con mas detalla el ejemplo de la viuda de Sarepta en 1 Reyes 17:8-9.A Elías se le manda a profetizar al rey Acab que vendría sequía sobre la tierra, pero el rey endureció su corazón. El profeta fue escondido y sustentado en el Arroyo de Querit donde había agua y los cuervos eran enviados en la mañana y en la tarde con una porción de carne. Luego Dios preparó el corazón de una viuda extranjera, perteneciente a un pueblo que no conocía a Dios. Esto demuestra que Dios puede usar cualquier persona para bendecirnos y derramar su bendición.

En circunstancia de sequía, el profeta Elías al encontrarla en la puerta de la ciudad la llama fuera y le solicita un vaso de agua. Dios había preparado una experiencia de bendición para ambos, pues Elías aprendería a recibir de una mujer pobre y la mujer, al dar sería desatada de su condición de pobreza.

Cuando el profeta le pide de comer, ella expone su condición. Sus palabras denotan que su vida y corazón estaban centrados en ella misma y en su hijo, no en Dios. La situación en la que estaba Sarepta es representativa del dominio de una potestad que hace que las personas no encuentren propósito, y se echen a morir. ¡Mas en Cristo todo es posible! ¿Cuál era el propósito de Dios para la vida de esta viuda? Sacarla del dominio de Sarepta, de ese propósito de muerte y ampliar sus límites. Esto lo inferimos en el simbolismo de que el profeta la llama fuera de la puerta de la ciudad.

Muchas veces la gente está dispuesta a dar, pero hasta cierto límite. Esta mujer, sin conocer a Jehová, obedeció la palabra del profeta, pero inicialmente solo dio lo mínimo: un poco de agua. Sin embargo, el hombre de Dios le pidió algo adicional. El propósito de Dios era bendecirla y que tuviera sustento, pero el del enemigo, que muriera.

13 Elías le dijo: No tengas temor; ve, haz como has dicho; pero hazme a mí primero de ello una pequeña torta cocida debajo de la ceniza, y tráemela; y después harás para ti y para tu hijo. 14 Porque Jehová Dios de Israel ha dicho así: La harina de la tinaja no escaseará, ni el aceite de la vasija disminuirá, hasta el día en que Jehová haga llover sobre la faz de la tierra. 15 Entonces ella fue e hizo como le dijo Elías; y comió él, y ella, y su casa, muchos días.

La mujer estaba llena de temor. Al entregarle la torta primero a Elías, simbólicamente la entregaba a Dios, obedeciendo el propósito divino de dar. A pesar de que Dios permite que a nuestra vida lleguen fuertes pruebas, siempre tiene prevista una solución antes de que estemos totalmente acabados. A pesar de que no tengamos posesiones materiales, si tenemos al Hijo de Dios, tenemos todo.

Salmo 138:7. Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra. 8 Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, OH Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.

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