PROCLAMA 2017

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viernes, 19 de septiembre de 2008

Viendo al Señor en todo lugar y en toda circunstancia

Viendo al Señor en todo lugar y en toda circunstancia
Apóstol: Fernando Ortíz

¿Quién de nosotros no ha pasado por momentos en los cuales aún conociendo a Dios y creyendo en El, no entiende lo que El está haciendo en nosotros?



Dios está haciendo cosas en nuestras vidas, en nuestra casa y, con las personas que nos rodean, que no logramos entender. El tiene planes con nuestras vidas y por eso en su trato hacia nosotros comienza a probarnos utilizando métodos extraños, a través de los cuáles nos preparará para algo muy especial.



Cuando llegamos a Cristo, creemos que todo será castillo de oro, pero en el caminar cristiano también ha situaciones triste y dolorosas. El salmo 23 nos muestra que pasamos por etapas diversas en nuestras vidas: etapas de aguas de reposos, etapas en que nuestras almas son confortadas; pero hay también etapas de valles de sombras y de muertes; tiempos duros y difíciles.

Veamos el ejemplo de David. El era un pastorcito de ovejas hijo de ilegítimo de Isaí, lo cual en la cultura judía significaba que no tenía los mismos derechos de los hijos nacidos del matrimonio. Hijos en esta condición eran mal vistos en la sociedad, por eso David creció trabajando entre las majadas de ovejas, mientras sus hermanos vivían cómodamente en la casa.

Imagínese como creció David, era un hijo rechazado, su padre no se acordaba de El. Cuando el profeta Samuel llegó a la casa y le dijo al padre de David que de sus hijos hay uno que sería rey, éste los llamó a todos a su presencia y de David ni se acordaba; entonces el profeta le preguntó que si esos eran todos sus hijos, porque ahí no estaba el que sería rey; y es en ese momento que Isai se recordó de David. (1S. 15 y 16). Sin embargo desde temprana edad Samuel lo ungió con un cuerno con aceite, y con esa unción le estaba profetizando que el sería rey de Israel. A partir de ese momento David ya no era igual, aunque continuaba siendo el mismo a los ojos de los hombres (pastorcito de ovejas) a nivel de los aires algo cambió, pues dice la palabra que desde aquel día el Espíritu de Jehová vino sobre David y le capacitó para librar batallas espirituales a través de tocar el arpa; pero también lo doto de una valentía y fortaleza inigualable (Sal. 144:1) y (1S. 17:32).

Podríamos pensar que los problemas de David ya estaban resueltos por haber sido ungido. Sin embargo la palabra evidencia todo lo contrario: David debía ser probado.

Perseguido durante 40 años por el Rey Saúl, traicionado por Absalón su hijo, quien

no solo lo calumnió sino que queriéndole matar lo obliga a dejar el lugar que le correspondía como rey, humillado, apedreado y maldecido (2S. 16 y 17).

David nos habla de un hombre que había aprendido a ver a Dios en su vida, un hombre que había visto el favor de Dios en su familia y en su pueblo Israel; que había sido rey; y que aun en el “valle de sombra y oscuridad”, podía reconocer que Jehová estaba permitiendo las circunstancias por las que estaba atravesando “Si él así maldice, es porque Jehová le ha dicho que maldiga a David….” (2 S. 16:10).

El nunca dejó de alabar a Jehová; el siempre estuvo seguro de que Dios iba a seguir obrando en su vida y que había permitido que ciertas situaciones ocurrieran con el único fin de formar su carácter, hasta llevarlo a tener un corazón conforme al suyo. David había aprendido el secreto: “Ver al Señor en todo lugar y toda circunstancia”. El resultado fue que unos años más tarde Dios hizo volver a David a Israel, como rey y vencedor.

En Hechos, 2:26-28, se nos muestran los beneficios de ver al Señor siempre delante de nosotros:

- Se pondrá a nuestra diestra y no seremos conmovidos.
- Cuando veamos al Señor aún en circunstancias difíciles el corazón se alegra y se goza nuestra lengua.
- No dejará nuestras almas en el Hades.
- Conocemos los caminos de la vida.
- Nos llenamos de gozo por su presencia.

Debemos vivir sabiendo que Dios está de nuestro lado, que nos cuida. Que El permite que sucedan situaciones y que el enemigo se levante, solamente con el propósito de formar su carácter en nosotros.

Debemos Entender que Dios siempre esta delante de nosotros, y verlo como nuestro pastor en cada etapa de nuestras vidas: En la paz a través de los verdes prados y aguas de reposos; o en la adversidad: momentos de valle de sombra, donde vemos que todo es oscuridad, y no entendemos lo que está pasando.

Dios prueba algo que sabe que va a resistir y le va a dar más valor porque para eso son las pruebas, por eso Santiago dice: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna”. (Stg.1:2-4)


Mensaje disponible en audio. Código de Referencia No.: ACC070107

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